¿Cubre el seguro de hogar robos fuera del domicilio?

seguro de hogar

Los robos son sucesos que, lamentablemente, no podemos evitar. Ya sea en casa o en vías públicas, los casos de robo han aumentado en los últimos años. En el caso del hogar, lo más común es que se tenga contratado un seguro de hogar que, entre otras cosas, cubra los robos que se produzcan en el domicilio. La mayoría de seguros de hogar cubrirán los robos en domicilio, así como los daños en el mismo a consecuencia del robo.

Pero, ¿qué ocurre cuando el robo se produce fuera del domicilio?

Diferencia entre robo y hurto

Para responder a esa pregunta, lo primero que hay que hacer es conocer la diferencia entre un robo y un hurto. Según la RAE, estas son las definiciones de uno y otro:

Robo. Delito que se comete apoderándose con ánimo de lucro de una cosa mueble ajena, empleándose violencia o intimidación sobre las personas, o fuerza en las cosas.

Hurto. Delito consistente en tomar con ánimo de lucro cosas muebles ajenas contra la voluntad de su dueño, sin que concurran las circunstancias que caracterizan el delito de robo.

Teniendo en cuenta estas definiciones, lo que diferencia un robo de un hurto es el empleo de la violencia e intimidación. Así, las aseguradoras normalmente lo que cubren es el robo, no el hurto.

El seguro de hogar y la cobertura de robo

En general, los seguros de hogar contemplan los casos de robo fuera del hogar. Sin embargo, las condiciones de esta cobertura varían de una aseguradora a otra; al contratar tu póliza, revisa las condiciones de esta cobertura. Además, en algunos casos, esta cobertura viene incluida en la póliza, pero otras veces, está disponible como cobertura extra que puedes contratar. Si buscas que tu seguro de hogar te proteja frente a posibles robos cuando estés fuera del domicilio, asegúrate de que tu póliza incluye dicha cobertura, y, de no ser el caso, de contratar la cobertura extra pertinente.

Otra cosa a tener en cuenta es que, para que la aseguradora se haga cargo de la indemnización, deberemos haber denunciado el robo a la policía previamente.

Ejemplo de robo (generalmente cubierto por el seguro):

Vas caminando por la calle cuando alguien pasa corriendo a tu lado y te da un tirón en el bolso, robándotelo con todas tus pertenencias en él guardadas.

Ejemplo de hurto (generalmente no cubierto):

Estás tomando algo en una cafetería y vas un momento al baño, dejando tu móvil sobre la mesa. Cuando regresas, ves que el móvil ya no está, indicando que alguien se lo ha llevado.